Para comenzar os presentamos a un músculo super importante, que está relacionado con multitud de sistemas, como serían (i) el respiratorio, a través del diafragma, (ii) el urinario, actuando como riel para que los riñones se deslicen por el (iii) otros sistemas.

Un repaso anatómico rápido para que lo conozcáis y lo situéis: forma parte del sistema muscular lumbar anterior, se extiende desde los discos y caras laterales de los cuerpos vertebrales de las vértebras D12 a L4-L5, su tendón terminal desciende por delante de la articulación coxofemoral, hasta insertarse sobre el trocánter menor, por lo que es responsable de la flexión de cadera.
Por ejemplo, el espasmo de este músculo puede producir una falsa pierna corta que provoca un desequilibrio en el resto el cuerpo.
Y la pregunta que más nos interesa. ¿Por qué nos encontramos este músculo habitualmente lesionado?
Debemos de retroceder millones de años en la evolución de la especie y así comprender la posición original de este músculo. Nuestros antepasados se desplazaban apoyando las manos en el suelo, como los primates, sí sí, como lo estas leyendo, éramos como los monos del Bioparc pero en pequeñito. Esta manera de desplazarnos en cuadrupedia hacía que nuestra cadera estuviera siempre en flexión, manteniendo al psoas acortado, es decir, cortito. Al evolucionar como especie y adoptar una postura de bipedestación, este amigo que nos acompaña, tuvo que adaptarse al cambio y estirarse más de lo que estaba acostumbrado.

Hasta aquí es fácil de comprender, pasó de ser cortito y no estar muy estresado a estar todo el día estirado, con lo que eso fatiga a la musculatura.
¿Y todo esto cómo explica después de tantos años de evolución que siga lesionándose tan fácilmente?
Las características de este tejido hacen que recuerde cuál es su posición de origen y la respuesta del mismo ante estímulos que lo inviten a acortarse, produciendo sintomatología diferente como dolores lumbares, de cadera, problemas respiratorios… Sin darnos cuenta, todos los días de nuestra vida estamos dándole estímulos de acortamiento al psoas: sentados en el coche, sentados para comer, sentados en el sofá, sentados en el trabajo, sentados para cenar. Haz un ejercicio interno y piensa cuantas horas al día permaneces sentado.

Así que será beneficioso para nuestro equilibrio corporal y evitar dolores de espalda mantener una vida lo menos sedentaria posible, permanecer en constante movimiento y actividad. Acude a tu fisioterapeuta para que te enseñe a cuidar a este gran desconocido que nos acompaña desde el inicio de la humanidad.
La mejor medicina terapéutica “prevenir siempre es mejor que curar” y añadimos, “además de SER más agradable y barato”.
By Diana E. Escobero
Deja un comentario